martes, 15 de junio de 2010

Carta de Despedida 4° Medios



Escarbando en el cajón de los recuerdos, encontré la carta de despedida  del anuario de 4° Medio, ha pasado el tiempo y me sigo acordando de las tonteras que escribí.

Comunidad Escolar Presente:

Nos dirigimos afectuosamente a ustedes para comunicarles que:
Por lo general, en las cartas de despedida se le agradece al colegio por todo los que nos entregó durante todo el tiempo que estuvimos en él, y se suele decir, que nunca lo olvidaremos. Debido a que eso sucede en todas partes, esta vez la vamos a pasar por alto, y haremos una reflexión, de lo que fue el colegio para nosotros, y que cosas propias de él van a trascender a nuestra vida y futuro.
Catorce años en el colegio es una eternidad, para darnos cuenta de la cantidad de horas que hemos gastado es necesario hacer un simple cálculo. Supongamos que estamos 14 años, durante 35 semanas, de 5 días, en los cuales gastamos unas 8,5 horas diarias. En total gastamos aprox. 21000 horas de nuestra vida. Uno pensará, ¿En qué perdí todo ese tiempo?, la respuesta más simple es: Sentado, en una sala de clases, mirando el pizarrón. Al pensarlo, resulta deprimente, pero eso solo era la respuesta más simple, porque ¿Quién esta poniendo siempre atención?, nadie. Y ¿qué miramos en el pizarrón? Lo que una persona estudió durante varios años de su vida. Y la pregunta más importante de todas ¿Para que lo miramos?, nadie sabe, ya que la respuesta depende de cada uno de nosotros. Si se llegase a descubrir que la respuesta es aún más angustiante, nos podemos dar cuenta, de que eso no era todo lo que valía la pena, y descubrirá que el hombre es ante todo un ser social, y que pasó 14 años de su vida sociabilizando, lo cual es aún mejor, que haber pasado 14 años escuchando.
A este nuevo ramo (llamado “Curso”), nosotros le dedicamos la mayor cantidad de tiempo, y gracias al esfuerzo, aprobamos con honores. Pero, ya que somos buenos alumnos, sacamos un postgrado (llamado “Colegio”), gracias al cual ampliábamos nuestro campo de acción, y de influencia. Y lo más gratificante de todo, es que esa materia nunca va a quedar obsoleta, a diferencia de muchas otras, que al cabo de unos pocos años quedan perdidas en nuestra memoria.
Pero esto no acaba acá, ya que cada uno, ahora está en condiciones, y tiene la obligación, de sacar un doctorado en “País”, gracias al cual vamos a poder realizar esos cambios en la sociedad, que “de pequeños” nos enseñaron que eran importantes.
A pesar de lo dicho al comienzo, es inevitable agradecerle al colegio, no por la materia pasada (ya que eso está en cualquier colegio), sino que por la comunidad formada, ya que en este punto resultamos especialmente privilegiados, por qué en este colegio nosotros crecimos, más que en una institución, en un hogar. Ahora todos los chicos, llegan a este colegio, y se encuentran con todo hecho, pero en cambio nosotros, llegamos a una casa, y fuimos creciendo con ella. Es cierto que eso nos trajo muchas desventajas, debido al espacio, infraestructura y materiales, pero resultan insignificantes comparados con lo que ganamos, ya que nadie más va a tener lo que nosotros tuvimos, un colegio-familia.
Ahora nos despedimos como fundadores, los cuales estámos conscientes de lo que significamos para el colegio. “Que las generaciones venideras nos juzguen”

PD: Más les vale que lo hagan bien.   
Chao

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